El martes 24 de septiembre el equipo pastoral junto al Director del colegio, viajó a Ancud para visitar a la comunidad religiosa de la Congregación de Hermanas de la Caridad que reside en esa ciudad. Esta comunidad está compuesta por tres religiosas: Sor María Soledad Córdova, Sor María Cristina Riffo y Sor María Clara Medina. La visita comenzó con un desayuno compartido con las Hermanas y Monseñor Juan María Agurto, Obispo de la Diócesis de Ancud, quien dio una cálida bienvenida a todos los presentes. Durante el desayuno, se conversó sobre diversos temas relacionados con la labor pastoral y comunitaria que las Hermanas realizan. Fue un encuentro enriquecedor que permitió fortalecer los lazos de colaboración y apoyo mutuo.
El apostolado de las Hermanas de la Congregación es un ejemplo admirable de servicio y dedicación en diversas áreas de necesidad. Aunque su labor más reconocida en Chile se centra en la educación de niños y jóvenes a través de los colegios, su acción apostólica se extiende al cuidado de enfermos, ciegos y ancianos. Además, brindan apoyo a las parroquias y facilitan ejercicios espirituales en las colectividades que integran.
En particular, Las hermanas de Ancud realizan importantes actividades en la comunidad, colaborando con la catequesis diocesana y brindando asistencia a enfermos terminales. También apoyan al Obispo y contribuyen al mantenimiento de la catedral. Además, visitan regularmente Fazenda de la Esperanza. Esta última es una red de comunidades terapéuticas establecida en Brasil en 1983, gracias a la iniciativa de Nelson Giovanelli y con el respaldo de fray Hans Stapel. En Ancud, hay dos casas de rehabilitación dedicadas a jóvenes que buscan dejar atrás el consumo de drogas y alcohol. En estas comunidades, se fomenta un ambiente familiar y de apoyo, sustentado en la tríada de “espiritualidad, vida de comunidad y trabajo”. Las hermanas brindan un valioso apoyo espiritual y emocional, además de preparar a los residentes para recibir los sacramentos, lo que les ayuda en su proceso de recuperación. Este enfoque integral no solo facilita su rehabilitación, sino que también fortalece su conexión con la fe.
Durante este viaje el equipo pastoral también proporcionó una significativa ayuda en alimentos, útiles de aseo, ropa y libros de oraciones en apoyo de ambas comunidades de rehabilitación.
Compartimos con ustedes imágenes de la jornada.