Se reunieron las alumnas y alumnos de 8vo básico, junto a sus padres, apoderados y profesores para cerrar el ciclo de la educación básica en una Santa Misa celebrada el día miércoles 12 de diciembre.
El sacerdote Jorge Pérez ofició la Eucaristía de acción de gracias por las y los jóvenes que concluyeron su ciclo de enseñanza básica. Recordó a las alumnas y alumnos la importancia de «formar el corazón» y que el desarrollo espiritual no pierda espacio por el trabajo intelectual.
Los cursos ofrecieron al Señor las siguientes ofrendas:
Cirios: los cirios encendidos simbolizan el don de la fe y la esperanza que recibieron en el bautismo y que tienen que mantener encendidos durante toda la vida.
Semillas: son la palabra de Dios, que debe penetrar en nuestra tierra para forjar personas capaces de asumir con paz y servicio su camino en este mundo.
Pan y Vino: el pan es trabajo, esfuerzo y amistad. Se ofrece a Cristo y Él lo devolverá convertido en su propia persona. El vino es la alegría y perseverancia. Se entrega al Señor, Él lo hará su sangre. Bebiéndola alcanzaremos eterna felicidad.
Antes de despedirse, por nuestro sello profundamente Mariano, los 8vos se consagraron a María, pidiéndole que ella los acompañe, proteja amorosamente y conduzca a Dios Padre.